lunes, 12 de noviembre de 2012

Hechicería y Brujería en México

"En el lenguaje mágico de los brujos convocamos a quienes trabajan bajo una densa nube de cigarros de hoja e incienso, a los que dicen maldiciones como oraciones religiosas y a los que callan como si estuviéramos muertos a los que viven en los ranchos en las afueras del pueblo, porque asustan a la gente y de los que dicen que chupan la sangre o se convierten en lechuzas, cuando no andan brincando cerros. A esos "doctores" que tienen entre sus manos los remedios para sanar sin saber como o por qué, aquellos que un día me rociaron mezcal en la cara para quitarme el susto, al que me quitó el zapato para pasarlo por encima de mi abuela, a quien colocó el huevo bajo mi cama y a quien me tronó el pellejo del espinazo."
Carlos Gustavo Leal Velasco.

Los mexicanos de alguna forma hemos estado relacionados con leyendas, con curanderos o simples remedios que han pasado por generaciones en la familia, de alguna forma estas manifestaciones culturales de México, nos muestran una relación de hombre-naturaleza. Sin embargo desde principios de la humanidad, existe la ciencia esotérica, la hechicería o brujería, la cual es auxiliar en la búsqueda de soluciones a diferentes tipos de problemas que aquejan a la persona que la utiliza. Al contrario como podría parecer, la "magia" no esta separada de la religión ya que en muchos casos pareciera complementarse y utilizar sus rituales.
Dicha magia se divide en blanca o negra. "La magia negra es un aspecto de la brujería que fue introducida a México por los españoles y los Grimorios (libros escritos durante la Edad Media de brujería y magia) desde 1540, la implantaron en los indígenas y mestizos con el afán de causar miedo, en el México prehispánico no se conocían estos términos ni tampoco el bien o el mal". Es utilizada para quienes quieren obtener por medio de ritos satánicos, el mal a otra persona. Mientras que la magia blanca tiene como finalidad ayudar a otras personas, sin necesidad que la gente pierda su facultad de libre albedrío.

                                                                        Grimorio