Hechicería y Brujería en México

"En el lenguaje mágico de los brujos convocamos a quienes trabajan bajo una densa nube de cigarros de hoja e incienso, a los que dicen maldiciones como oraciones religiosas y a los que callan como si estuviéramos muertos a los que viven en los ranchos en las afueras del pueblo, porque asustan a la gente y de los que dicen que chupan la sangre o se convierten en lechuzas, cuando no andan brincando cerros. A esos "doctores" que tienen entre sus manos los remedios para sanar sin saber como o por qué, aquellos que un día me rociaron mezcal en la cara para quitarme el susto, al que me quitó el zapato para pasarlo por encima de mi abuela, a quien colocó el huevo bajo mi cama y a quien me tronó el pellejo del espinazo."

Carlos Gustavo Leal Velasco.

Los mexicanos de alguna forma hemos estado relacionados con leyendas, con curanderos o simples remedios que han pasado por generaciones en la familia, de alguna forma estas manifestaciones culturales de México, nos muestran una relación de hombre-naturaleza. Sin embargo desde principios de la humanidad, existe la ciencia esotérica, la hechicería o brujería, la cual es auxiliar en la búsqueda de soluciones a diferentes tipos de problemas que aquejan a la persona que la utiliza. Al contrario como podría parecer, la "magia" no esta separada de la religión ya que en muchos casos pareciera complementarse y utilizar sus rituales.

Dicha magia se divide en blanca o negra. "La magia negra es un aspecto de la brujería que fue introducida a México por los españoles y los Grimorios (libros escritos durante la Edad Media de brujería y magia) desde 1540, la implantaron en los indígenas y mestizos con el afán de causar miedo, en el México prehispánico no se conocían estos términos ni tampoco el bien o el mal". Es utilizada para quienes quieren obtener por medio de ritos satánicos, el mal a otra persona. Mientras que la magia blanca tiene como finalidad ayudar a otras personas, sin necesidad que la gente pierda su facultad de libre albedrío.

                                                                        Grimorio

Como ya se mencionó la magia negra llega con el mundo europeo, sin embargo las culturas prehispánicas conocían y practicaban la hechicería,  la cual es difícil de diferenciar de sus rituales comunes. Para ello tenemos que remontarnos al chamanismo, nagualismo y la utilización de plantas sagradas o  medicina tradicional, practicas que llevan de forma implícita, la adivinación y la brujería, la cual tiene dentro de su campo de acción lo relacionado con el conocimiento de los astros.

Sobre hechiceros en el México prehispánico, Jacques Soustelle, menciona:

"Los aztecas creían en la hechicería y les causaba temor. Los hechiceros (nahualli, palabra que significa disfraz) supuestamente estaban dotados del poder de transformarse en animales como perros y búhos. Podían provocar la enfermedad y la muerte quemando una figurilla de madera que representara a la víctima designada para sus maleficios."

"Ciertos hechiceros abrían clandestinamente las tumbas de mujeres recién enterradas que habían muerto de parto (es decir mujeres divinizadas) y les cortaban el antebrazo izquierdo. En seguida se servían de él como de una varita mágica para adormecer a todos los miembros de la familia y apoderarse de sus bienes."

"Tanto para el diagnostico como para el tratamiento, los médicos recurrían a la ingestión ceremonial de pociones alucinógenas y a ritos como quemar incienso o tratar con tabaco pues esta planta era considerara como un ser vivo al que se dirigían plegarias.

La importancia que ésta tenía , no sólo era a nivel personal de los pobladores, sino el poder político se nutria de ello, así Alfonso Villa Rojas define:

 "Como se sabe, era creencia bastante extendida en toda Mesoamérica la de que los jefes y sacerdotes de más alto nivel debían mucho de su poder a la facultad de practicar el nahualismo adoptando la forma de animales diversos para vencer a los enemigos o averiguar lo que ocurría a su derretor."

Sin embargo la mayoría de los testimonios sobre hechicería  y brujería en México se dan a partir de la Santa Inquisición, debido a las características de su fanatismo e intolerancia hacia lo desconocido.  Aquí es preciso aclarar que el uso de los conceptos actuales de hechicería se usa desde la antigüedad y es determinado para las personas que se encuentran en un ambiente urbano, mientras que la brujería o las brujas se desarrollan en un ambiente rural, en ambos casos es designado a personas pertenecientes a clases sociales bajas y en su mayoría pertenecientes al género femenino, que para el caso de la época colonial, las mujeres pobres eran mulatas, negras, e indígenas.

"Las brujas y hechiceras se caracterizan por su habilidad de transformarse en animales. por volar y por la práctica de la magia ya sea en su provecho o para las que acuden a ellas. Se dedican a la magia erótica, y podían provocar enfermedades mediante el uso de pócimas o filtros mágicos, ungüentos, etc."  

La hechicería es vista por la Iglesia católica "como un estado de ánimo contrario a la voluntad, como una perversión del juicio, provocada por el demonio con la utilización de hechiceros y hechiceras como instrumentos. La perdida del juicio es considerada como peligrosa porque la Iglesia teme, que las personas entren en un estado en el que no existe el autocontrol. Quedar a merced del demonio significa quedar a merced de las pasiones, los acontecimientos y las pulsiones corporales, es decir, sin razón." Así una de las brujerías más conocidas fue la sexual, ya que el tipo de hechicería erótica rompía con muchos de los principios morales y católicos. Algunas circunstancias por las cuales muchas mujeres recurrían a la adivinación o a pócimas era para asegurar su futuro, es decir un matrimonio, debido a que en este tiempo la mujer era considerada como un ser inferior y dependiente, el cual debía ser cuidado hasta que se casara. Otro motivo era que por medio de la brujería, las mujeres podían invertir su subordinación sexual y así ellas ejercer su poder en cierta forma sobre los hombres.

Los ingredientes que se utilizaban para la brujería sexual variaban de acuerdo a su condición racial. Así de los indígenas era el peyote, chocolate, yerbas, maíz, caldos. Los de origen negro eran fetiches, huesos de animales, tierra de panteón, uñas, cabello, vestimentas. La europea utilizaba la herbolaria, animales como la gallina, excrementos, sangre menstrual, material visceral, candelas, fluidos como el semen, y granos de helecho. Sin embargo todas estas creencias se mezclaron para crear un sincretismo que se origino desde la época colonial.

En la mentalidad popular se asocia la figura de la curandera con la brujería.

La magia y la hechicería (o el arte de la sugestión) nos indican formas de pensamiento, practicas, ritos y ceremonias, hechos temidos, odiados o deseados. Como pudimos observar la utilización de la hechicería en la época colonial esta relacionada directamente a las practicas sociales o en este caso a la situación moral que permeaba en el sexo femenino, así el ser humano proyecta su temor y asombro, recurriendo a estos actos e influir de manera simbólica e imaginaria en los acontecimientos de la vida cotidiana.

Sin embargo uno de los casos más conocidos en la actualidad, es el de la Santería en Catemaco, Veracruz. En donde algunas de sus practicas tienen influencia de su antigua cultura Olmeca, donde la ideología de sus ancestros, se observa en el conocimiento de la medicina natural y la mezcla de la influencia de la santería cubana.

 Así "la determinación de la vida humana por el sentimiento de un lazo que une al espíritu humano y al espiritu misterioso cuya dominación sobre el mundo y sobre si mismo reconoce y con el que desea sentirse unido".  Es decir la hechicería o brujería, crea un lazo de unión entre el individuo y los poderes espirituales, lo acerca a lo desconocido y a su vez a la identificación con la colectividad. Por ello algunos pueblos místicos como el caso de Catemaco, tiene ciertas creencias religiosas que comparten con la brujería, el espiritismo, la curandería, y otras practicas que se han establecido para la solución de los problemas económicos, de salud, sentimentales o espirituales.

Sin embargo en dicho caso, la cosmovisión social de este lugar se ha modificado a un carácter de industria turística, en donde el lugar por sí mismo es considerado como la "meca de los brujos mexicanos" es decir las creencias mágico-religiosas, toman un carácter de producto económico y de desarrollo turístico para la localidad.